Lunares en la piel de los niños
La piel es un órgano fundamental, el cual hay que cuidarlo y mantenerlo sano para prevenir ciertas enfermedades y sobre todo en los más pequeños. Es muy frecuente que puedan aparecer manchas y lunares en la piel de los niños. Por lo pronto, no hay que preocuparse demasiado, lo ideal es monitorearlo y visitar a un médico.
Los lunares más típicos y benignos no superan los 5 mm de diámetro y tienen un color marrón claro, rosado o color tostado. La mayoría de las personas tienen entre 10 y 40 lunares en todo su cuerpo. Por lo que son muy comunes.
Hay otro tipo de lunares que son más atípicos los cuales tienen una forma indefinida y poseen un color marrón oscuro o negro. A estos sí hay que prestarles más atención.
Lo ideal es que nuestro niño se alimente sanamente y que duerma bien para mantener un estado de salud bueno y las defensas altas. Siempre es necesario colocarle protector solar si está en o con el sol ya que este es un factor importante en el daño de la piel.
Cuida que los lunares de tu niño no cambien de forma, de color o de tamaño. Si esto sucede consúltalo con el pediatra para que te guíe en cuanto al tratamiento. En el caso de que no hubiera otra opción se procede, por lo general, a una cirugía local que se encarga de extirparlo, y así poder olvidarnos de este problema.
Lo importante es mantenernos atentos a la piel del niño y controlar la aparición de lunares. Igualmente, es bueno recordar que casi todas las personas tienen lunares ya que es algo muy común en los humanos.