La primera semana de ser mamá: Expectativa vs Realidad
Cuando estamos embarazadas no podemos evitar pensar en cómo serán los primeros días con el bebé en casa, y nos parece que nada puede ir mal por lo que las expectativas suelen ser bastante positivas, pero ¿cuál es la realidad?
No es tan guapo
Los bebés recién nacidos difícilmente lucen guapos, por lo general todos se parecen con sus ojitos hinchados, la piel arrugada, la nariz plana... Lucen muy distintos a como los imaginamos (piel reluciente, ojos vivaces, mejillas rosadas).
Es posible que al ver otros bebés todos te parezcan guapísimos, y ¡hasta te sientes mal por pensar que tu hijo no tiene tan buen aspecto! Pero no te preocupes porque esta sensación es normal, a medida que pasen los días verás que la apariencia de tu bebé cambia.
Te duele todo el cuerpo
Te imaginas en tu casa, con tu hijo en brazos, reluciente y descansada porque ya hiciste el mayor de los esfuerzos, pero no.
Si tuviste un parto natural lo normal es que te cosan algunos puntos o si tuviste cesárea la recuperación posoperatoria será más lenta. Sea cuál sea el caso, te sentirás cansada la mayor parte del tiempo y te dolerá todo.
Te duele la entrepierna, te duelen los músculos (es posible incluso que tengas agujetas), te duele la garganta de gritar en el parto, te duelen los pechos... Pero a pesar del dolor sacas fuerzas para atender a tu bebé.
Te encuentras mal porque apenas duermes
Si eras una mujer de las que disfruta dormir, es posible que esta parte sea la más dura para ti. Incluso los bebés que mejor duermen se despiertan cada dos o tres horas para comer, y para eso necesitan que su madre despierte.
Si tenías expectativas de que tu hijo duerma toda la noche de un tirón... lo siento, lo normal es que no sea así. Despiertas varias veces en mitad de la noche para atender o calmar a tu bebé.
Sientes miedo e incerteza
Antes de que tu bebé llegue al mundo, quizá después de leer tantos artículos sobre maternidad, de ir a cursos y de hacer muchas preguntas a tu matrona te sientes confiada en ti misma.
Cuando tienes a tu bebé en brazos es normal que toda esa seguridad se esfume por completo, y aparece el miedo y la incerteza. Pero no te preocupes, todo lo que aprendiste durante el embarazo no se borra de la memoria, esos conocimientos aparecen como por arte de magia en el momento que los necesites.
Tal vez tus expectativas se hayan desvanecido un poco al leer este artículo, pero ¡vale la pena ser madre!, es algo maravilloso, te lo digo como mamá que soy.
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