¿Es bueno bañar a un bebé recién nacido? Esto puede pasar con su salud
En algunos hospitales acostumbran bañar a los recién nacidos justo después del parto, para retirarles la vérnix caseosa (sustancia sebácea y blancuzca que recubre al bebé y que tiene una apariencia similar al queso), así como otros elementos que sean producto de su larga estancia en el útero. Pero esto podría no ser del todo beneficioso para el pequeño.
La Organización Mundial de la Salud recomienda mantener la vérmix caseosa al menos unas horas en la piel del bebé, después de que nace. También hace hincapié en que el tiempo no debe exceder las 24 horas, pues después de este periodo se corre el riesgo de infecciones.
Esta capa de grasa ayuda a mantener calentito al bebé y evita lesiones en su piel, ya que la mantiene hidrata y aumenta su elasticidad. También es un gran aliado contra las infecciones bacterianas. Incluso de recomienda dar un suave masaje al cuerpo del pequeño mientras esta sigue en su piel, para que se absorba de mejor manera.
Si se mantiene al bebé con esta capa protectora por varios minutos, contribuye a mejorar el lazo que este tiene con su madre, sobre todo si se da el o piel con piel. De igual manera, ayuda a que la lactancia sea más sencilla. Esto está demostrado desde el 2013 por investigadores de Boston University School of Medicine y del Boston Medical Center, quienes compararon a recién nacidos cuyo baño fue dos horas después del parto y otros que fueron aseados pasadas las 12 horas.
Con esta investigación descubrieron que los bebés que habían esperado por su baño más tiempo tenían casi un 60% de probabilidades de conseguir ser alimentados casi exclusivamente por leche materna.
Sí aun así es tu deseo bañarlo en cuanto nace, es importante que esperes a que la temperatura del bebé esté adaptada al medio ambiente, para evitar problemas respiratorios.
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