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consejos para madres solteras

Duerme cuando el bebé duerma: por qué no siempre deberías seguir este consejo

Publicado 24 Ene 2019 – 12:53 PM EST | Actualizado 29 Mar 2019 – 11:49 AM EDT
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Parece sencillo. Cuando el bebé se duerma, tú tienes (con tono imperativo) que aprovechar a dormir. Ni se te ocurra hacer otra cosa. Nada de ponerte a ordenar la casa, que luce como si la hubiera zarandeado un tsunami desde que llegaste del hospital, ni lavar la montaña de ropa amontonada. Mucho menos te distraigas con el celular, que dices 5 minutos nada más y cuando quieres acordar pasaron 40. Tú tienes que dormir. No vaya a ser que te duermas cuando caigan las visitas (porque caen, nunca avisan) para conocer al bebé o no tengas fuerzas para cargarlo cuando te pida la teta a las 3.35 am. ¿Qué haces leyendo esto en Facebook cuando tienes que dormir?

No puedes decir que nadie te avisó. Parece que dormir cuando el bebé duerme es un asunto de Estado, todos opinan y nadie vela por los derechos de la madre.

Dormir siempre que tu hijo duerma no resultará en algo bueno para ti. Tú tienes otras necesidades que nadie más podría satisfacer. En cambio, salvo por lo de amamantar, hay otras personas que podrían ocuparse de atender al bebé mientras tú descansas. Todas aquellas que te dijeron en el embarazo avísame si precisas algo, ¿dónde están ahora?

¿Qué cosas puede necesitar una madre primeriza?

La sociedad parece olvidar que ser madre, y sobre todo madre de un recién nacido, agota, física y mentalmente. Hasta la ciencia confirmó que cuidar de los hijos cansa más que trabajar fuera de casa. Es como si todos a su alrededor, se olvidaron de ella repentinamente al segundo de nacer el bebé. Casi nadie (tampoco exageremos, hay excepciones) le preguntan cómo se siente y qué necesita. Al fin y al cabo, se trata de alguien que se entregó en cuerpo y alma a dar vida, y acaba de dejar una parte de la suya, porque su vida como mamá podrá ser parecida a la de antes, pero igual, jamás.

Tu bebé te precisa con energías. La energía física la consigues con la comida, y las otras, mental y emocional, mimándote. A estas alturas puede parecerte un tanto egoísta pensar en mimarte, de hecho, la culpa te abrazará muchas veces durante la maternidad. Pero como explica el psicólogo clínico Alejandro De Barbieri, en el libro de su autoría Educar sin culpa, «Lamentablemente, el cansancio y el estrés nos dejan a los padres desgastados emocionalmente y sin fuerzas para limitar las demandas de nuestros hijos. Es imprescindible, entonces, que padres —y también docentes— identifiquemos las causas de nuestro desgaste para así recuperar el entusiasmo por educar y retomemos nuestro rol». He aquí la cuestión de por qué no siempre deberías apegarte al consejo de dormir cuando el bebé duerma.

¿Un cafecito?

Parece que cuando una mujer es madre, cosas como salir con una amiga a tomar un café pasan a ser un mimo para con una misma. Lo que antes simplemente era mirar una serie o leer un libro por distracción, ahora es casi un lujo porque quita tiempo de otras cosas. Llevar al perro a dar una vuelta, ahora es visto como una excusa para salir de casa. Ir a comprar ropa nueva es ahora objeto de comentarios: ¿no quieres que te preste algo así no gastas?, como si toda compra que no sea para el bebé fuera superflua. Atrás quedaron aquellos días en que los demás pensaban en tus necesidades: ¿te bajó la presión? ¿Tienes antojos? ¡Un asiento para la embarazada! Ahora todo gira en torno al bebé.

No estamos diciendo que desatiendas a tu bebé, ¡qué medio inhumano e insensible seríamos si diéramos ese consejo! Lo que decimos es que no olvides que tú también eres importante. Tú y tu bebé, ambos tienen que estar bien en todo sentido.

¿Acaso quieres darte una ducha? ¿Comer algo quizás? ¿Terminar de ver ese capítulo de la serie que las contracciones cortaron porque el pequeño o la pequeña se adelantó? O tal vez lo único que quieres es que se vayan todos de tu casa para poder llorar en paz, porque todavía te duelen los puntos de la cesárea o la episiotomía, tus senos rebasan de leche y duelen y te subió la fiebre, no tienes qué ponerte más que unas calzas de yoga porque nada te entra, y como si fuera poco, todavía no sabes quién es esa mujer con ojeras y vómito en el pelo que se aparece en el espejo cada vez que lo miras.

Todas estas son necesidades normales de una mamá y es sano que las tengas. Y mucho más sano es permitirte tenerlas y resolverlas. Algunas veces podrás postergar alguna y aprovechar a dormir al mismo tiempo que tu bebé. Otras, tendrías que poder sentirte libre y sin culpa de hacer lo que creas, y aunque todos a tu alrededor griten ¡ve a dormir!

Querrás que tu hija o hijo aprenda a cuidar de sí mismo, entonces, ¿por qué no educar con el ejemplo?

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