Dormir con tu pequeño hasta los 3 años beneficia su desarrollo neurológico, aseguran expertos
Muchos padres deciden que sus hijos duerman con ellos en la misma cama, mientras son pequeños. Esta práctica recibe el nombre de colecho y se ha convertido en un tema controversial.
Algunos expertos aseguran que el colecho podría llegar a ser peligroso, ya que se dice que los niños corren un mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita, asfixia o aplastamiento.
Sin embargo, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría aclara que no se ha comprobado que haya un riesgo para los pequeños que duermen con sus padres. No obstante, sí es recomendable tener precauciones como evitar la presencia de peluches o almohadas voluminosas.
Por otra parte, expertos de la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, aseguran que dormir con los padres en realidad puede traer beneficios al cerebro infantil.
El colecho reduce los niveles de cortisol, la hormona que produce estrés y miedo, además de que mejora el ciclo del sueño, estimula la segregación de la hormona de crecimiento infantil y facilita la eliminación de toxinas a nivel cerebral.
Esto se descubrió en un estudio donde se monitoreó el sueño de 16 bebés. La investigación reveló que los pequeños que dormían solos tenían más probabilidad de padecer estrés.
Los científicos de esta universidad afirman que el colecho debe llevarse a cabo hasta que el niño cumpla 3 años de edad. Después de este momento tendrá que adaptarse a dormir solo, para comenzar a independizarse y tener un desarrollo óptimo.
El colecho también podría fortalecer el vínculo entre padres e hijos y mejorar la comunicación. Si los padres no se sienten cómodos compartiendo su cama, o las condiciones no son las más adecuadas para hacerlo, los expertos sugieren que el pequeño duerma en la misma habitación pero en su propio espacio.
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