Si tú y tu hermano se llevan muchos años de diferencia, seguro pasaste por esto
Ahh...el hermoso lazo de hermanos, cargado de peleas, aventuras y juegos. Tener hermanos es un grandioso regalo de la vida, a veces.
Quienes ya tenemos años de experiencia en lo que significa ser hermanos y, además, tenemos hermanos con los que nos llevamos muchos años de diferencia, hemos pasado por estas cosas:
1. La tarea de ser el mayor
Nadie nos preparó para esta tarea, así que cuando nos entregan a ese pequeño retoño y nos dicen que es nuestro hermano, no sabemos cómo reaccionar. Al principio lo tomamos bastante mal y nos ponemos muy celosos ya que, por muchos años, fuimos hijos únicos.
El paso del tiempo nos ayuda a manejar el temperamento y nos convertimos en los iradores número uno del pequeño integrante de la familia.
2. Ser más padre que hermano
Son, básicamente, gajes del oficio. Cuando te llevas al menos 6 años con tu hermano menor, en lugar de ser un cómplice te conviertes en un cuidador. No solo porque tus padres depositan la confianza en ti cuando se trata de cuidarlo, sino que, sin que te digan nada, estás más pendiente de que tu hermano no se haga daño que de acompañarlo en sus travesuras.
3. Predicar con el ejemplo
«Eres el mayor, debes mostrar lo que es el buen comportamiento». Es una de las peores consecuencias de ser hermano mayor, siempre te piden que le enseñes a diferenciar el bien del mal y lo cierto es que, siendo un niño, eso es muy difícil, porque a veces necesitamos hacer travesuras.
4. No tener paciencia
Esto pasa cuando eres un adolescente y tu hermano un niño o cuando ya eres un adulto y el pequeño es un adolescente. Cualquiera de los dos momentos es fastidioso, porque no tienes la misma paciencia para jugar como la tendrías si se llevaran menos años de diferencia.
5. Somos consejeros y encubridores profesionales
La diferencia de edad no siempre es mala cuando tu hermano necesita un consejo o alguien que le cubra la espalda.
6. Con cada crecimiento de tu hermano sientes que envejeces
Las nuevas etapas de tu hermano son la fiel muestra del paso del tiempo y eso no es más que envejecimiento de tu parte. Cuando el pequeño entra en la adolescencia y comienza a tener un lenguaje típico de su época, sientes que eres tú quien ya no está en «onda».
7. El proyecto piloto
No sabes cambiar pañales, calentar una mamadera o cómo hace dormir a un bebé. No me preguntes cómo, pero de un momento a otro aprendes todo eso y más. Tu hermano te necesita y no importa lo que sea que tengas que hacer, por él eres capaz de todo.
8. Mi juguete favorito
La diferencia de años te da la autoridad que tanto te gusta y te permite hacer con tu hermano lo que quieras. El podrá ser tu muñeco viviente o el personaje que menos te guste de tu juego favorito. Todo es posible porque eres el que está a cargo.
Tener hermanos es grandioso, pero tener hermanos pequeños con los que te llevas muchos años no tiene precio. Es una manera grandiosa y diferentes de disfrutar del vínculo.
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