Puedes ser mentalmente más fuerte si haces esto
Los humanos tenemos la costumbre de guiar nuestra vida según nuestros objetivos. Al principio son menos serios y más divertidos, pero a medida que vamos madurando y comenzamos a ser responsables, los objetivos se vuelven cada vez más difíciles de alcanzar. Esto genera mucha frustración y decepción, sobre todo cuando nos encontramos con que no estamos en el lugar en el que nos gustaría estar.
Entonces, si bien establecer objetivos es lo que nos motiva y nos aporta propósito en la vida, también puede llegar a destruir nuestra autoestima. Por esta razón, el psicólogo Karl Weick sugiere que nos debemos proponer pequeños logros todos los días. De esto modo, al lograr cada objetivo, estamos enfocando nuestra atención hacia un camino más positivo y constructivo y, por consiguiente, fortaleciendo nuestro bienestar emocional.
A continuación, los pasos para establecer los pequeños logros de todos los días.
1. Comienza de a poco
Anota tu objetivo final y déjalo a un lado. Luego piensa en el camino: concéntrate en pequeños objetivos que sean más accesibles en tu día a día. De este modo, evitarás gastar energía en prepararte para el gran objetivo y podrás lograr llegar a él dando pequeños pasos.
2. Reflexiona sobre el camino
Es importante tomarte tu tiempo para reflexionar sobre tu progreso, ya que nadie más lo hará por ti. Muchas veces nos enfocamos en obtener algo pero nos olvidamos del progreso que realizamos a diario. Pero debemos recordar que es fundamental compararnos con nosotros mismos y evaluar cómo vamos mejorando.
3. Autorrecompensas
Todo logro debe ser festejado, por más pequeño que sea. Cuando trabajamos duro en lograr algo, nuestra mente espera una recompensa, un modo de felicitarla por el esfuerzo y la determinación.
Cuando alcances algún objetivo recuerda premiarte con algo, por más chico y simple que sea.
4. Disfruta del proceso
Lo más importante es disfrutar. En todo momento de la vida, cuando estamos esforzándonos para lograr algo, es importante que disfrutemos, aunque el camino sea agotador. La diversión y la felicidad forman parte de la fuerza mental.