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Cuidados Durante el Embarazo

¿Por qué un ligero sangrado puede ser señal de un embarazo?

Publicado 30 Ago 2019 – 12:08 PM EDT | Actualizado 30 Ago 2019 – 12:08 PM EDT
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Cuando un bebé comienza a formarse dentro del vientre de una mujer, el cuerpo se prepara por completo para que el feto pueda desarrollarse sin complicaciones.

Uno de los cambios pocos conocidos es el denominado sangrado de implantación, ¿sabes a qué se refiere?

¿Qué es el sangrado de implantación?

Como su nombre lo indica, se trata de un sangrado leve que se presenta entre los 10 y 14 días después de la concepción del embarazo, según informa Mayo Clinic. A menudo, este sangrado es confundido con la menstruación, lo que hace que muchas mujeres no noten que están embarazadas.

El sangrado de implantación es completamente normal, aunque no se presenta en todas las mujeres. Aparece cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero, lo que provoca una hemorragia muy leve, proveniente del endometrio. Se identifica como una de las etapas tempranas del embarazo.

Como este sangrado es ligero y habitual, no se requiere de ningún tratamiento, pues se detiene por sí solo. Sin embargo, si se percibe un sangrado abundante o frecuente, es necesario acudir con el ginecólogo.

¿Cómo diferenciar el sangrado de implantación de la menstruación?

Como ya se mencionó, el sangrado de implantación suele confundirse con la menstruación, pues aparece pocos días después de la concepción y antes de que existan otros síntomas que indiquen el embarazo.

Para diferenciarlo, hay que identificar estos signos:

  • El color de la sangre: Con la menstruación, el sangrado tiene una tonalidad rojo intenso. En cambio, el sangrado de implantación es rojo oscuro, marrón o rosado.
  • La duración: El sangrado de implantación suele durar un par de horas, aunque puede extenderse hasta dos días. La menstruación va de 3 a 7 días.
  • Flujo: La menstruación tiende a comenzar con un flujo leve que después aumenta. El sangrado de implantación tiene un flujo escaso y así se mantiene.

Si tienes sospechas, lo mejor es realizar una prueba de embarazo, ya sea casera o de sangre. Es posible que después del sangrado se presenten otros síntomas del embarazo, como náuseas y mareos.

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