¿Piensas hacer ejercicio enfermo? Te decimos cuándo es mejor descansar
Hay veces en las que el cuerpo merece un reposo
Hacer ejercicio es gratificante, relaja, ayuda a ponernos en forma y hasta produce buen humor. Salir a caminar, ir al gimnasio, nadar o practicar otras actividades físicas ayudan a que el cuerpo esté en sus mejores condiciones. Existen las personas que practican poco el ejercicio, pero aún así intentan moverse cuando pueden. También están los perezosos que pasan horas en el sofá. Por supuesto, hay quienes hacen demasiado ejercicio.
Cuando te ejercitas, por lo general pones una rutina y un calendario de qué días vas a hacer qué cosas. No lo quieres dejar, pues tienes un método que cumplir. Sin embargo, cuando llega un resfriado o padeces de otro síntoma que te enferma, te preguntas si es bueno seguir el ejercicio o es mejor descansar.
¿Cuál es la mejor opción?
Conocer tu cuerpo
Así como existen distintas maneras de ejercitarte, existen diferentes maneras de enfermarte. Las investigaciones determinan que quienes se enferman con más frecuencia son los que no practican actividades físicas. Quienes practican actividades físicas de uno a tres días por semana son los más sanos, mientras que los que practican una actividad física casi diario también suelen enfermarse regularmente.
El doctor Patrick Owen analiza lo mejor para el cuerpo. Tiene una manera muy sencilla que te ayudará a saber cuándo es mejor reposar y cuándo puedes ejercitarte.
El cuello es la clave
¿El cuello? Sí. Esta parte del cuerpo se considera el centro, de acuerdo con el Dr. Owen, para determinar si puedes ejercitarte o no. Por supuesto, estar enfermo no significa prolongar el ejercicio, pues puede ser muy desgastante y el cuerpo no se haya en condiciones óptimas. Sin embargo, cosas como nadar, trotar, yoga o bicicleta están moderadas y pueden practicarse sin riesgo.
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El cuello significa la parte del cuerpo crucial. Si tu enfermedad es del cuello hacia arriba, significa que sí puedes hacer ejercicio. Esto quiere decir: garganta inflamada, congestión nasal, oídos tapados, ojos llorosos, estornudos, tos, etcétera. En estos casos sí puedes practicar alguna actividad física.
Por otra parte, del cuello para abajo es mejor descansar. El reposo es vital si tienes algo del cuello para abajo: dolor de cuerpo, fiebre, diarrea, náusea, vómito, etcétera. En estos casos es mejor un día de reposo absoluto. Si no se puede, con no presionar demasiado el cuerpo debes estar bien. Intenta no llegar al límite de tus capacidades y estar inactivo (sin pasear por la calle o cargar cosas pesadas, por ejemplo) cuando te sientas así.
Ya lo sabes. El ejercicio sí se puede hacer en determinados tipos de resfriado y enfermedades. Hay ocasiones donde el reposo es la mejor alternativa.