Nunca ignores estas 8 señales sutiles de BIPOLARIDAD
No todo el mundo lo sabe pero existen dos tipos de bipolaridad: la más conocida es un problema mental que se caracteriza por cambios abruptos en el humor, depresión y determinadas manías. Pero el trastorno bipolar de tipo II es mucho más común y sus síntomas no son tan detectables como los del tipo anterior.
Además, en el caso del segundo tipo de bipolaridad pueden influir factores externos y circunstancias temporales. Por lo tanto, su diagnóstico es mucho más complicado y a veces algunos síntomas pueden ser casi imperceptibles si no les prestamos atención…
Entonces, ¿qué te parece si conoces cuáles son esas señales silenciosas que podrían indicar la presencia de un trastorno bipolar?
Subidas y bajadas
Una persona bipolar en su momento depresivo tendrá los mismos síntomas que una persona deprimida: falta de apetito, poca energía e insomnio. Pero lo que es clave para identificar un trastorno bipolar es lo que sigue a continuación: una persona con bipolaridad suele tener momentos de euforia luego de que ha estado deprimida.
Una persona que solo tiene depresión sufre otras consecuencias como sentirse triste y desesperanzado. También, se separa de sus amigos, no tiene el mismo interés que antes por sus actividades favoritas.
¿Por qué es importante tenerlo en cuenta? Es fundamental diferenciar bien la depresión de la bipolaridad, ya que los antidepresivos pueden tener un impacto negativo en personas con bipolaridad.
Falta de sueño
Tener insomnio no es necesariamente un síntoma de trastorno bipolar, ya que muchas veces se debe al estrés o la preocupación. Presta atención, entonces, a este pequeño gran detalle: las personas con bipolaridad pueden permanecer noches enteras sin conciliar el sueño y aún así no les falta energía. Por su parte, quienes sufren depresión suelen dormir más de lo normal.
Llamativo buen humor
¿Por qué estar de muy buen humor puede ser un síntoma de bipolaridad? Esta también es una de las fases de esta enfermedad, probablemente la que los pacientes menos sufren.
Si el nivel de buen humor es extremo, no hay una razón aparente detrás de este y dura más de una semana, puede ser un indicador de bipolaridad.
Por otra parte, cuando ocurren fluctuaciones en el humor muy rápidas se denomina hipomanía y también es propio de esta enfermedad.
Fácil distracción
Todos podemos atravesar momentos en que nuestra concentración se ve amenazada por el estrés u otros problemas. Sin embargo, si se trata de una distracción que no permite terminar ninguna tarea o que afecta el trabajo seriamente podría ser un indicador de bipolaridad.
Irritación constante
Todos nos sentimos irritados en algunos momentos. A fin de cuentas, ¡somos humanos! Lo que diferencia a las personas que sufren bipolaridad es que el nivel de enojo que alcanzan es exageradamente alto: pierden el control, la irritación dura muchas horas y su problema es con varias personas.
No filtran lo que dicen
La mayoría de las personas que padecen bipolaridad hablan tan rápido que se hace imposible entenderlos y tampoco piensan demasiado antes de hacerlo. Además, y dada esta situación, a los interlocutores de estas personas se les hace muy difícil intervenir en la conversación.
Confían MUCHO en sí mismos, pero…
Tener una autoestima alta es un aspecto muy positivo de la personalidad y al que todos aspiramos. Pero cuando la confianza se torna excesiva y la persona llega al punto de negarse a escuchar opiniones y consejos de otros puede que esté sufriendo de bipolaridad.
Eso termina perjudicándolos porque los resultados que obtienen nunca suelen ser muy buenos.
Abuso de drogas y alcohol
Las personas que sufren de este trastorno tienen una mayor tendencia a recurrir al consumo excesivo de drogas y alcohol. Buscan una forma de escape a través de estas sustancias.
Es necesario aclarar que si observas alguno de estos síntomas en tu comportamiento no significa que padezcas un trastorno bipolar. Lo más recomendable para que te sientas tranquilo y libre de preocupaciones es que consultes con un especialista. Jamás te autodiagnostiques ni des por sentado que tienes este problema antes de que te lo confirmen. Tampoco te frustres ni avergüences en caso de que lo poseas, se trata un fenómeno totalmente humano y natural, y nadie va a juzgarte por ello.