La primera vacuna contra la gonorrea puede estar más cerca de lo que pensamos
Las vacunas han sido importantes avances en la medicina, en la medida en que gracias a ellas hemos podido, por ejemplo, eliminar las epidemias de viruela y sarampión.
Han sido tan efectivas que los científicos continúan desarrollando y experimentando con las vacunas para resolver problemáticas relacionadas a la salud.
Una enfermedad creciente
Las enfermedades de transmisión sexual han aumentado notoriamente y los expertos advierten acerca de los peligros de la gonorrea resistente a los antibióticos.
La gonorrea es una enfermedad causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae que se transmite por relaciones sexuales sin protección. Dentro de los síntomas se encuentran dolor al orinar, sangrado entre períodos y una descarga verde o amarilla de los órganos sexuales. No obstante, gran parte de los infectados no presentan síntomas fácilmente reconocibles.
Si no se trata, la gonorrea puede generar infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, dolor crónico y transmitirse al bebé durante el embarazo.
De acuerdo a un estudio publicado en The Lancet, hay 78 millones de casos nuevos de gonorrea al año.
Una solución inesperada
Ahora una vacuna promete ser la solución a esta enfermedad, pero lo curioso es que originalmente esta vacuna fue desarrollada para detener un brote de meningitis B.
La vacuna fue istrada a cerca de un millón de adolescentes en Nueva Zelanda entre 2004 y 2006. Los investigadores de la Universidad de Auckland analizaron los datos de 11 clínicas de salud sexual que representan casi 15 mil personas y mil casos de gonorrea, y descubrieron que los casos de gonorrea se habían reducido un 31 % en los vacunados.
Al parecer, la bacteria que causa meningitis ( Neisseria meningitidis) es un pariente muy cercano de la especie que causa gonorrea ( Neisseria gonorrhoeae).
Según los investigadores, es la primera vez que una vacuna ha mostrado protección contra la gonorrea. Si bien se desconoce el mecanismo detrás de esta respuesta inmune, podría ayudar al futuro desarrollo de una vacuna específica para la gonorrea.
Este descubrimiento es esperanzador y puede ser muy importante además de la prevención, dado que cada vez resulta más difícil tratar la enfermedad. Sin duda es un gran hallazgo que puede convertirse en una gran solución a futuro, ¿no crees?