{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/estilo-de-vida", "name": "Estilo De Vida" } }, { "@type": "ListItem", "position": 2, "item": { "@id": "/estilo-de-vida/bienestar", "name": "Bienestar" } } ] }
null: nullpx
oficina

Estas son las señales que indican que debes cambiar de trabajo lo antes posible

Publicado 27 Jun 2017 – 04:45 PM EDT | Actualizado 23 Mar 2018 – 05:43 PM EDT
Comparte

Todos tenemos días buenos, malos y regulares en el trabajo. Sin embargo, cuando los días desagradables superan a los buenos y se convierten en un verdadero calvario, es indicio de que algo malo está pasando.

Sabemos que hay cuentas por pagar y que tal vez no estás en el mejor momento económico como para tirar todo por la ventana y comenzar de cero. No obstante, si cada mañana es una tortura y te levantas deseando que ocurra una catástrofe que te impida ir a trabajar, es momento de evaluar tu situación y comenzar a buscar otras opciones para desarrollarte profesionalmente.

Estas son algunas de las señales que indican que debes cambiar de trabajo para no convertirte en una persona frustrada, ni estancarte en un lugar en el que ya no estás desarrollando tus capacidades ni eres feliz. ¿Te identificas con alguna?

#1 Falta de motivación

Aunque a nadie le gusta despertarse temprano, cuando tienes un empleo que te motiva y te hace feliz, es más fácil levantarse con una sonrisa. Si tu actual trabajo no te ofrece ninguna motivación, es señal de que debes cambiar de rumbo. La motivación viene de nuevos retos, un aprendizaje constante y el crecimiento profesional y como persona.

Aquí es importante señalar que el sueldo no es una motivación suficiente para creer que es tu empleo ideal, ya que el estar atado a la situación financiera sólo hará que la rutina sea llevadera, pero no te dará más satisfacción. Además, el aspecto económico puede impedirte ver que hay otras oportunidades laborales que se adaptan mejor a tus metas.

#2 Resentimientos

Tal vez suena exagerado, pero no lo es. Trabajar en un ambiente en donde detestas a tu jefe, a tus compañeros y hasta al portero del edificio, es sumamente nocivo para tu estabilidad mental, emocional y laboral.

Si te molestan cosas tan sencillas como la manera en que alguien da los buenos días o que algún compañero tome tu pluma prestada, significa que estás más enfocado en lo que te rodea que en tus actividades.

Por otra parte, puede ocurrir que tu jefe se aproveche de ti, te delegue sus obligaciones o que algún compañero te esté molestando de manera personal. Todas estas acciones generan enojo y rencores, y son señal de que debes salir de ahí.

#3 Soñar despierto

Si te la pasas fantaseando con que ocurrirá algo extraordinario que cambiará tu vida laboral (como que el dueño de la empresa te nombre su heredero, llegue un cliente millonario para pedirte que seas su consejero personal o que un caza-talentos toque a tu puerta), probablemente se deba a que tu trabajo no es lo que esperabas o ya no te satisface. Al igual que con el tema de la motivación, la ausencia de retos y el caer en una rutina aburrida te llevará a desear estar en otro lugar.

#4 Autoestima por los suelos

Cuando una persona cree que sus opiniones no valen la pena, que no podrá enfrentar tareas nuevas y que todo lo bueno -como los ascensos y los aumentos- le suceden a otras personas, es señal de alarma. Lo más probable es que esto se deba a que es “ninguneado” por sus superiores e incluso por sus colegas

Este tipo de ambiente laboral resulta tóxico e impide que las personas desarrollen su potencial al máximo, pues terminan boicoteándose ellos mismos. Si estás en esta situación, lo mejor es que busques otro lugar en donde realmente puedas desarrollarte y recuperar la confianza en ti mismo.

#5 Culpabilidad

Tal vez has pensado en cambiar de trabajo anteriormente, pero no lo haces porque te sientes culpable de abandonar a tu jefe y a tus compañeros. ¿Quién hará tus labores? ¿Encontrarán a alguien tan dedicado como tú, que trabaja hasta los fines de semana? ¿Sentirán que los estoy traicionando por irme a otra empresa? ¿Me tacharán de loco si decido poner mi propio negocio? ¿Qué pasa si cambio de empleo y no me gusta?

No permitas que estas dudas o el sentimiento de culpa te impida progresar. Muchas veces, cuando estamos atados a un empleo rutinario -sobre todo si llevamos mucho tiempo en él-, tendemos a desarrollar un apego y a desconfiar de nuestras capacidades, por lo que nos da miedo enfrentar una nueva aventura.

Comparte
RELACIONADOS:oficinaTrabajoViX.