Ejercitarnos para mejorar la vista II
Continuamos aquí con las recomendaciones para mantener una “vista de lince” durante la mayor parte de nuestra existencia. En la primera entrega de la serie de ejercicios oculares indicamos las prácticas de cambio de foco, balanceo y varilla.
En esta ocasión te aportamos otros ejercicios igualmente importantes para mantener activos los músculos exteriores e interiores del globo ocular.
Pintar con los ojos: consiste en observar un objeto a media distancia, como un árbol, un auto, un mueble, y seguir su contorno con los ojos sin mover la cabeza.
Gimnasia ocular: se trata de mover el ojo en todas direcciones, describiendo un círculo. Es necesario repetirlo tres veces seguidas.
Parpadeos rápidos: parpadear rápidamente durante dos o tres minutos mientras se mantiene la vista fija en un objeto lejano.
Masaje lagrimal: en este caso se utilizan las yemas de los dedos, que deben pasarse por el párpado inferior, desde la sien hacia la nariz. Esto facilita el vaciamiento de las lágrimas por el canal lacrimal, y se recomienda en caso de inflamaciones u ojos llorosos.
Reposo ocular: cerrar los ojos y cubrirlos con las palmas de las manos pero sin tocar el globo ocular y quedar así durante unos minutos. Este es ideal para terminar cualquier sesión de ejercicios para mejorar la vista.
Masaje de los ojos: debe practicarse con mucha suavidad, tanto por ti mismo como por un especialista en masajes, pues complementa a la perfección los demás ejercicios.