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Mujeres

5 consejos para que las mujeres puedan negociar un mejor sueldo

Publicado 22 Mar 2017 – 05:30 PM EDT | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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En la gran mayoría de los países, las mujeres reciben menos remuneración que los hombres por el mismo trabajo. Desde 1970 la diferencia de salario entre los dos sexos disminuyó muy poco, principalmente debido al progreso de las mujeres en la educación y a su determinación a participar en toda clase de trabajos. Sin embargo, al ritmo que progresa, se estima que recién para el 2059 las mujeres tendrán una remuneración justa e igual a la de los hombres. 

Esto sucedería si el progreso no se estanca, lo cual parecería estar sucediendo actualmente, a pesar de la gran cantidad de movimientos que defienden los derechos de las mujeres trabajadoras. Como la ley avanza a su ritmo, y puede que muchas mujeres nunca lleguen a gozar de la plenitud de derechos, es importante tener en cuenta lo que cada una de nosotras puede hacer por su cuenta, en sus trabajos. 

1# ¡Expectativas arriba! 

Te han contratado porque tienes las habilidades, el conocimiento y la experiencia para el trabajo. En todo caso, no deberías sentirte «agradecida» por recibir un buen salario, debes recibir el salario justo más allá de si el que recibes ya es bueno. 

Lo primero que debes tener en cuenta es si el salario es justo y responde a lo que estarás haciendo en el puesto de trabajo. Todos los salarios son negociables y muchas veces aumentan frente al miedo de perder a un trabajador importante (eso sí, procura no llegar a este punto). Demuestra que vas a conformarte con lo justo y ni un poco menos. 

Las empresas o instituciones no están haciéndonos un favor, no están pagando por nuestra mano de obra. Negociar es el primer paso. 

2# Reconoce tu valor 

Para comenzar cualquier negociación de salario, debes primero saber cuánto vale tu mano de obra. Para ello, busca empresas similares que se encuentren en la misma región o país donde trabajas o buscas trabajar y averigua cuánto se les paga a los empleados que ingresan por primera vez. 

Las mujeres no estamos acostumbradas a reclamar lo que es nuestro, porque la historia nos lo ha hecho difícil. De hecho, las estadísticas demuestran que las mujeres reportan expectativas salariales entre 3 y 32 % menores que los hombres, en trabajos similares. 

Debes comenzar a reconocer tu valor, ya que una vez que lo creas firmemente, será más fácil transmitirlo y reclamar lo que te corresponde. No hay nada más poderoso que la seguridad. 

3# Sé siempre positiva 

Las negociaciones salariales generan mucha ansiedad, estrés y angustia. Por esta razón, es importante que te mantengas positiva durante todo el proceso. Puede que no resulte, pero al menos tendrás la certeza de que lo intentaste y te preparaste para reclamar algo. Rompiste esa barrera y de ahora en más nada te detendrá. 

En toda situación de negociación, es importante tener una visión positiva, ya que si te presentas con pesimismo puede que termines rebajándote y desvalorizándote y obtengas menos de lo que mereces. Esto se debe a que en muchas ocasiones, nos hacen sentir que estamos reclamando demasiado y entonces automáticamente comenzamos a disminuir nuestros requisitos. Esta es una clásica estrategia de parte de las empresas e instituciones que quieren sacar más provecho. 

Si realizaste previamente una investigación sobre lo que mereces teniendo en cuenta tu desempeño en el trabajo, entonces continúa con la frente en alto y no te dejes intimidas ni minimizar. 

4# Demuestra tu valor 

A muchas mujeres, la sociedad nos ha entrenado para ser quienes escuchan y no quienes lideran ni reclaman. Y esto puede servir en estas ocasiones, ya que en mucha negociaciones es mejor ser una persona centrada, escuchar y replicar correctamente que lanzarse a atacar y reclamar de modo agresivo. Sobre todo, ya que las mujeres que reclaman en el mismo tono que un hombre, suelen ser percibidas como histéricas, un estereotipo que pronto debería cambiar. 

Para una mayor aceptación de la propuesta es mejor mantener la calma y ser la persona más centrada y enfocada de la habitación. Así demostrarás que tu reclamo es lógico, pacífico y justo. 

5# Demuestra que no eres reemplazable 

Toda persona que está por ingresar o se encuentra en una empresa o institución, muchas veces siente que es reemplazable. En estas ocasiones, es importante buscar un modo para demostrarle a los empleadores que no eres una persona reemplazable, que eres indispensable para el correcto funcionamiento de la oficina y para la productividad de la empresa. 

Este paso, comienza como un trabajo interno. Primero debemos creerlo para luego transmitirlo. Entonces, comienza por estudiar tu comportamiento desde otra perspectiva, analiza cómo te perciben las personas a tu alrededor, en qué eres mala y en qué te destacas. 

En ninguna ocasión es buena idea reclamar una mayor remuneración con la razón de que «a los colegas hombres les pagan más». Esta justificación no será nunca bien vista ni aceptada por ningún empleador. En cambio, elige destacar y demostrarte seguro, venderte más y grabar en la mente de tus colegas o jefes que eres indispensable. 

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