Reseña de Devil May Cry
Demonios, espadas, pistolas, una chica que proteger y sangre, mucha sangre… Así se podría definir a grandes rasgos Devil May Cry, un anime que no puedes perderte si te gusta el seinen.
Dante, el cazador de demonios
Dante, cazador de demonios, es mitad humano, mitad demonio. Su padre, el legendario caballero oscuro Sparda contrajo matrimonio con la que sería su madre, una chica humana. A parte de aceptar trabajos como cazademonios y sus constantes luchas de hordas demoníacas, también lo veremos luchar contra todas las deudas financieras que lleva a sus espaldas (nombramiento especial a todo lo que debe a Lady). Y es que, a la hora de derrochar los cheques con los que le pagan los clientes, no hay quien le gane. Tiene unos gustos un tanto atípicos: le encantan los helados de fresa y devorar pizzas sin aceitunas (tiene el récord de comerse una pizza mediana en 5 min).
La acción está asegurada con su par de pistolas del calibre 45 (Ebony y Ivory, Ébano y Marfil, nombradas así por el color de ambas) y Rebellion (Rebelión), su espada, la cual lleva oculta en un estuche de guitarra. Con este trío mortal, lo veremos luchar contra las oscuras criaturas que quieren matarlo a él y la chica que protege, Patty Lowell, ya que en un principio es la heredera de una gran fortuna.
Otros personajes de Devil May Cry
Dante no está solo en esta aventura. Cuenta con la ayuda de Lady, una chica descendiente de la sacerdotisa cuya sangre es necesaria para sellar la puerta entre el mundo de los demonios y el de los humanos; Morrison, su “manager”, que se encarga de buscar, gestionar y ayudar en los trabajos de Dante; o Trish, un demonio chica que fue creada a partir de la imagen de la madre de Dante, dotada de los poderes de la electricidad, la fuerza y la curación rápida, que se convierte en un socio inseparable de Dante, sacándolo de algún que otro apuro.
Personalmente, me encantó esta serie de anime. Fue uno de los primeros que vi y quedé bastante impactado. Mucha sangre, mucho gore, mucha acción. Y también sus momentos sentimentales y épicos, como el capítulo final. No deberías perderte Devil May Cry, además, es bueno saber que consta de doce episodios.