Frank Miller vs. Alan Moore: ¿Quién hizo el mejor Batman?
Cuando se habla de pesos pesados en el mundo del cómic, hay 2 nombres que no pueden faltar: Frank Miller y Alan Moore. Tanto en sus trabajos originales, como en sus pasos por algunas de las franquicias más grandes de la industria, ambos autores han dejado una marca imborrable en la historia de un género del entretenimiento que les debe muchísimo. Sin embargo, por mucho que se les mencione juntos, no hay 2 artistas que estén tan lejanos entre ellos como Moore y Miller.
Por un lado tenemos a Miller, un hombre casi de ultra derecha, cuyas tendencias homofóbicas y xenófobas cada vez echan más sombra sobre sus antiguos trabajos. Del otro lado está Moore, un demente anti-establishment que se cuestiona constantemente las estructuras de poder establecidas, desde un punto de vista mucho más cercano a las ideologías de izquierda.
Sin City, 300, Watchmen y V for Vendetta son algunas de las obras originales de estos autores que los han convertido en figuras legendarias en la industria del cómic. Ahora bien, por encima de las diferencias, el punto en común entre ambos escritores es lo mucho que se respeta el período en que ambos trabajaron con el universo de Batman.
De buenas a primeras, el cuerpo de trabajo de Miller sobre el murciélago es mucho más amplio que el de Moore. En su bibliografía encontramos títulos que han sido definitorios en la imagen moderna que tenemos del súper héroe, como Year One o la saga de Dark Knight Returns. En una época en la que los cómics de héroes habían llegado a un punto de frivolidad absoluto, Miller logró darle un nivel de profundidad psicológica e importancia histórica a la labor del luchador contra el crimen que se había perdido en las historias de Batman.
Comparable con lo que hace Miller en Dark Knight, es lo que Moore logra con su novela Watchmen, que abre las puertas para que un público adulto –sediento de profundidad narrativa– pueda disfrutar de los cómics de superhéroes. Luego del éxito de la publicación, el británico decide participar por un tiempo en el equipo creativo de Batman, produciendo The Killing Joke, una de las novelas gráficas que más han marcado la biografía moderna de Bruce Wayne, y su carrera como héroe. Aunque la novela es considerada como uno de esos extraños casos en los que un libro de Moore tiene mejor arte que guión, su historia le da un sólido origen al Joker, reforzando su rol como el villano más desquiciado de todo el universo de DC.
Teniendo todo esto en cuenta, el veredicto no es tan difícil de imaginar: sin lugar a dudas, Batman le debe muchísimo más a Frank Miller que a Alan Moore. A pesar de que ambos tuvieron un impacto imborrable en la continuidad y el canon del personaje, el nivel de profundidad y oscuridad que hoy en día esperamos de cualquier producto relacionado con Batman se da gracias a la labor de Miller durante el final de la década de los 80. Con un tercer número de la saga de Dark Knight Returns en camino, nuestra decisión de coronarlo como el mejor autor que haya tenido Batman solo se confirma aún más.