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El día que la policía detuvo hasta a la recepcionista de una editorial por un cómic

Publicado 9 Sep 2016 – 02:55 PM EDT | Actualizado 24 Abr 2018 – 03:29 PM EDT
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La historia de los cómics norteamericanos supo tener su etapa oscura de censura. Durante los años 50 al psiquiatra Fredric Wertham se le ocurrió publicar un ensayo acusando a las historietas de corromper a los niños. Ello derivó en una institución dedicada a aprobar o rechazar cada uno de los cómics lanzados a la venta dependiendo de si cumplía con una serie de normativas que iban desde la prohibición de escribir la palabra “ horror” en la portada hasta desnudos.

Fueron los tiempos de la Comics Code Authority. Toda una era de limitaciones creativas para los artistas, disminución en los números de venta, cierre de varios títulos y agotamiento tras la reiteración de argumentos. Cerca de 400 cómics dejaron de existir y más de 800 creativos se quedaron sin trabajo, mientras que otras publicaciones se cambiaron del formato “ comic-book” al de revista para escaparse del código y mantener su línea.

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Los 50, 60 y 70 dejaron infinidad de anécdotas, como cuando a Marv Wolfman le impidieron firmar sus trabajos aludiendo que contenía la palabra “ wolf” o a Stan Lee le impidieron salir con el sello de CCA debido a que la historia de Spider-Man estaba vinculada a la droga.

Una de las editoriales que más sufrió fue la EC Comics ( Entertaining Comics) de William Gaines. Hacia finales de los 40 dejó de dedicarse a las publicaciones educativas para centrarse más en los cómics tradicionales, más específicamente de suspenso, terror, ciencia ficción y bélicas. Por aquel entonces EC Comics contaba con un destacado éxito gracias a títulos como Tales from the Crypt y The Vault of Horror pero debió cerrarlos tras la imposibilidad de continuar bajo la presión pública y el posterior CCA.

El peor momento que debieron vivir los empleados de la editorial EC Comics ocurrió durante el lanzamiento de la Panic #1 en 1954. El cómic, que contaba con el estilo de la clásica sátira de Mad (la revista más exitosa y que mantuvo a flote a EC), generó controversias debido a que en una historia satirizaron a The Night Before Christmas y en otra a My Gun is the Jury. Esta última fue la más polémica al dibujar piernas de mujeres y travestismo, logrando que la propia policía de New York se presentara en las oficinas de EC Comics.

En la recepción del lugar, la policía le compró un número de la revista Panic a la recepcionista y luego buscó al editor Bill Gaines. El gerente Lyle Stuart oyó la llegada de los uniformados, escondió a Gaines y se ofreció para ser arrestado.

La policía llevó a Stuart a la estación, pero volvieron para también arrestar a Shirley Norris, la recepcionista de EC Comics, ya que ella era quien les había vendido el elemento de prueba.

El juez desestimó la causa en la audiencia al considerarla irrisoria y los empleados de EC Comics quedaron en libertad. De todas maneras, el hecho le dio a la editorial una publicidad negativa por aquel entonces y, en cuanto a la revista, fue prohibida en todo el estado de Massachusetts.

Quien sacó cierto beneficio fue Lyle Stuart ya que demandó al columnista Walter Winchell por difamarlo y obtuvo 21.000 dólares de compensación. Con ese dinero inició su propio negocio.

EC Comics siguió con su mayor éxito, la revista Mad (también le cambiaron el formato comic-book para evitar el CCA), hasta 1960, año en que Gaines vendió su compañía a la actual DC Comics.

En cuanto a Shirley Norris, la recepcionista de EC Comics, no volvió a vender una revista a la policía en toda su vida.

¿Recuerdas otra anécdota de censura en los cómics?

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