Drew Barrymore confiesa a qué saben los dedos y brazos que come en su nueva serie de Netflix
Bajo las lamparas, Drew Barrymore brilla por sobre todas las cosas en la sala oscura de un salón de eventos en Manhattan. Está acompañada por el actor Timothy Olyphant y Victor Fresco, el creador de la serie Santa Clarita Diet. De repente, Barrymore interrumpe la conversación para gritar y deformar su cara como si estuviera siendo poseída por un espíritu maligno. "Grrrrrrrgrgrgrgrgrgr", ruge y el público se ríe a carcajadas.
En Santa Clarita Diet, Drew Barrymore hace el papel de Sheila Hammond, un ama de casa normal que de un día para otro se levanta convertida en un zombie. Pero no es un zombie como los que hemos estado acostumbrados a ver en Walking Dead. Es un zombie que nos lleva en segundos del asco a la risa.
"Ya sabemos que tú comes gente y hay un escena en particular donde estás comiendo un dedo y yo me reí muchísimo porque veo a Drew Barrymore, una mujer tan dulce e inocente como tú, y luego estás comiéndote un dedo, e hiciste ver ese dedo como algo delicioso", le dijo el periodista David Blaustein, moderador de la charla.
"Menos mal estaba haciendo dieta por esos días, así que la serie me ayudó mucho porque necesitaba no tener apetito. Estaba hambrienta cuando empezamos porque estaba tratando de perder 20 libras. Tenía 144 libras cuando empezamos y quería terminar en 124 libras, así que para hacer eso tienes que comer realmente con sensatez. Debo estar en la puerta de la muerte porque nada me detiene de comer. Realmente quiero sopa de pollo ahora mismo. Voy a conseguir algo después de esto", le dijo Drew Barrymore a Univision Entretenimiento, y luego respondió la pregunta del millón: "¿esos brazos y esos dedos tenían algún sabor?". Y en efecto, sí.
"A veces, algunas cosas eran manzanas deshidratadas. A veces un caucho comestible que sabía como un Jolly Rancher", dijo Barrymore, y Victor Fresco lo complementó: "También había pasta de remolacha, un pastel húmedo o en la escena del vómito usaron una sopa". "Siempre fue una cornucopia divertida", concluyó Barrymore.
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