La primera mujer más rica se negaba a pagar por jabón: conoce a la bruja de Wall-Street
Hoy en día Forbes lanza su lista de mujeres más ricas del mundo anualmente, pero en la época en que Hetty Green vivió era muy extraño que el sexo femenino estuviera en o con el mundo de los negocios.
Sigue leyendo para conocer más acerca de este personaje histórico y su vida.
¿Quién es Hetty Green, la empresaria conocida como ‘La bruja de Wall-Street’?
Henrietta Howland Robinson fue el nombre de nacimiento de ‘La bruja de Wall-Street’. Era parte de la cuarta generación de una familia rica que vivió en Massachusetts durante el siglo XIX.
Desde pequeña, a los seis años, ya leía la sección de finanzas en los periódicos por lo que supo cómo invertir la fortuna que heredó de su padre y tía materna a los 31 años.
Se le conoce mejor como Hetty Green: el diminutivo de su nombre, Henrietta, en combinación con el apellido de su marido, Edward Green.
¿Cómo fue que Hetty Green se convirtió en la primera mujer más rica de EE.UU?
Una vez en poder de la fortuna de su familia, la mujer se dedicó a la compra venta de bienes raíces e hipotecas.
También otorgó préstamos, invirtió en la bolsa de valores y en los sectores mineros, ferrocarrileros y hasta en bonos gubernamentales.
De hecho, aprovechó el pánico que surgió a raíz de la crisis financiera de 1907 por la caída de Wall Street (en un 51% respecto al año anterior) para prestar dinero en efectivo y posteriormente cobrarlo con sus respectivos intereses.
Claro que una gran inteligencia financiera no fue el único factor que llevó a ‘La bruja de Wall-Street’ a convertirse en la primera magnate femenina de Estados Unidos, su gran tacañería igual le ayudó.
Hetty Green, la primera magnate de EE.UU, fue sumamente avara
Pese a que prácticamente nació en un seno familiar lleno de privilegios y riqueza, conforme creció llevó su estilo de vida a uno sumamente tacaño y humilde.
¿La razón? Ahorrar dinero y evitar pagar los elevados impuestos que conlleva una vida llena de lujos.
Vivía en pequeños apartamentos de Brooklyn y Hoboken, comía platillos muy baratos y usaba vestidos negros de algodón en lugar de las telas caras y populares de la época: seda y encaje.
En cuanto a la atención médica, Hetty Green asistió a clínicas de caridad para no pagar ni un solo peso (aunque tuviera por montones).
Algunas fuentes como el ‘New York Times’ señalan que su aseo personal así como el de sus prendas era muy descuidado, ya que no quería gastar excesivamente en jabón.
Y a pesar de su peculiar estilo de vida, lo más importante de esta mujer fue su tenacidad y empoderamiento para hacerse de una fortuna y renombre en una época en la que los derechos de las mujeres eran casi nulos.
Recordemos que el derecho al voto para la mujer fue legal en Estados Unidos hasta 1920, cuatro años después de la muerte de Hetty Green (en 1916).