Justin y Hailey revelan la clave del éxito para llegar al altar: no tener sexo
Justin Bieber y Hailey Baldwin sorprendieron al mundo entero cuando anunciaron que se unieron en matrimonio tras solo 12 semanas de noviazgo, y si alguna vez te preguntaste qué llevó a esta joven pareja a dar rápidamente el gran paso en el altar, el cantante reveló que mucho tuvo que ver el sexo.
Justin Bieber y Hailey Baldwin
Los recién casados protagonizaron la portada de la revista Vogue y dieron detalles íntimos de cómo comenzó su relación y de su nueva vida como marido y mujer.
Justin de 24 años y Hailey de 22, recuerdan que salieron por primera vez hace unos años, pero que no funcionó. «Sucedieron cosas negativas de las que todavía tenemos que hablar y trabajar», aseguró la modelo. «Hubo un período en el que, si yo entraba en una habitación, él salía».
Sin embargo, todo cambió cuando en junio de 2018 se encontraron en una conferencia en Miami organizada por Rich Wilkerson Jr., el pastor de la Iglesia Vous, quien ofició en el matrimonio de Kim Kardashian y Kanye West.
Cuando se volvieron a encontrar, Justin estaba hace más de un año en un período de celibato autoimpuesto, porque él creía que tenía un problema con el sexo. «Era su vicio, una adicción que hacía mucho que había dejado de proporcionarle algún placer» explica Vogue.
Por este motivo, Justin había decidido que no tener relaciones sexuales «era una forma de sentirse más cerca de Dios».
La boda de Justin Bieber y Hailey Baldwin
El cantante ite en la entrevista que el deseo de tener relaciones sexuales con Hailey fue una de las razones por las que se apresuraron a casarse, pero no la única. «Cuando la vi en junio pasado, simplemente olvidé cuánto la amaba y cuánto la extrañaba y cuánto impacto positivo tuvo en mi vida… Esto es lo que he estado buscando».
Finalmente, la pareja se casó en septiembre de 2018 en un juzgado de Manhattan después de un romance de doce semanas y sin haber tenido relaciones sexuales. Tal como ellos aseguran, «el celibato fue una de las mejores decisiones que tomamos».
Justin y Hailey viven juntos en una casa en las afueras de Toronto, donde aseguran que se pelean por la decoración.
Hailey aclara: «Quiero que la gente sepa eso. Venimos de un lugar realmente genuino. Pero somos dos jóvenes que aprendemos sobre la marcha. No me voy a sentar aquí a mentir y decir que es una fantasía mágica. Siempre va a ser difícil. No te levantas todos los días diciendo: 'Estoy absolutamente enamorada y tú eres perfecto'. Eso no es lo que es estar casado. Pero hay algo hermoso de todas formas».