Jennifer Aniston, harta de que la vinculen con Brad y Angelina
Al parecer, llegó el día que muchos sabíamos que algún día llegaría, aquel en el que Jennifer Aniston colmaría su paciencia y confesaría lo obvio: está harta de que se hable del "triángulo amoroso" entre ella, Brad Pitt y Angelina Jolie. Finalmente, Jennifer, "la pobrecita" en toda esta historia, rompió el silencio y se desahogó.
Desde que se desató la ya archiconocida historia de infidelidades, amores y rupturas amorosas entre el triángulo Aniston-Pitt-Jolie (¿vale la pena recordarlo?), los medios nunca lograron superar la noticia, a decir verdad. Porque, si bien en su momento se trató de un verdadero escándalo, tanto Pitt como Aniston han logrado seguir adelante con sus vidas.
Y, sin embargo, la prensa insiste, una y otra vez, en reflotar el tema de la forma que sea; cualquier excusa es buena para los periodistas y paparazzis para volver a hablar de este polémico triángulo amoroso, que en realidad ya no existe.
No es difícil advertir que la menos beneficiada en toda esta historia es Jennifer Aniston, quien parece haber quedado estigmatizada en el papel de la "pobre mujer engañada y abandonada". Por eso, no sorprende que la actriz, finalmente, haya decidio manifestar su enojo. Ésta hizo su descargo con la revista InStyle, a la cual le confesó lo que hoy ocupa un lugar en casi todas los diarios y revistas de espectáculo:
Para demostrar que aquel viejo triángulo amoroso, efectivamente, nada tiene que ver con la realidad, y que ella no tiene por qué lamentarse actualmente, la actriz agregó que está verdaderamente feliz con su novio, Justin Theroux. La pareja lleva aproximadamente un año juntos, y cada vez son más fuertes los rumores que aseguran que ella estaría embarazada.
Pienso que seguir vinculando a Jennifer Aniston con los inseparables Brangelina ya es noticia vieja y, definitivamente, sin sentido. Esperemos que pronto cada uno nos dé nuevas noticias sobre las cuales hablar, para no tener que recurrir a aquella vieja historia que tanto le molesta a Jennifer, ¡y con razón!