¡Double Dragon! Nuestro homenaje a uno de los mejores arcade de la historia
En 1987 fue lanzado Double Dragon, un videojuego que cambiaría por completo la historia de los arcade. No se trataba de una entrega demasiado innovadora, ya existían otros arcade de lucha, pero Double Dragon tenía algo especial, una esencia que lo convertiría en algo tan icónico como lo es hoy día.
Pero… ¿qué es lo que hace a Double Dragon algo tan grande? Si hacemos un análisis superficial, no es más que un juego de lucha común y corriente, ni siquiera tiene el mérito de ser el primero de su clase, sin embargo tiene algunos puntos muy fuertes a su favor que lo llevan a ocupar su puesto de privilegio. Como esto se trata de un homenaje, pasaremos a hacer un repaso de los mismos:
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Soundtrack inolvidable:
Desde el momento que encendíamos nuestra vieja NES y poníamos el cartucho de Double Dragon en la consola, lo primero que esperábamos oír era la canción de inicio y seguramente varios contuvimos nuestras ganas de jugar y dejamos correr la canción un poco más.
A lo largo del juego, la música no baja su nivel y nos sumerge en una especie de funky beat de 8 bits que acompaña tan bien nuestra experiencia que por momentos parece que estuviéramos dentro de una película ochentera de Van Damme o Steven Seagal.
Historia simple y memorable:
La historia de Double Dragon era muy simple, pero justamente esa simpleza combinada con esa sensación de estar dentro de una película de Van Damme se convierten en un combo glorioso.
Básicamente, la historia rondaba en torno a los hermanos Billy Lee y Jimmy Lee, dos luchadores amateur y adeptos a las artes marciales. Todo se sale de control cuando una organización secreta llamada Shadow Warriors secuestra a Marian, la novia de Billy.
Esto provoca que los dos hermanos se vean sumergidos en una operación de rescate que los llevará a enfrentarse con tipos rudos de toda clase, en diferentes escenarios, como callejones, fábricas y bosques, hasta llegar a la base secreta de los Shadow Warriors.
Jugabilidad:
Para tratarse de un juego del año 1987, Double Dragon nos ofrecía una jugabilidad bastante novedosa, no solo podíamos jugar cada pantalla en modo cooperativo con dos jugadores —uno controlando a cada hermano— sino que por primera vez podíamos movernos «casi libremente» por toda la pantalla. Claro, siempre dentro de las dos dimensiones clásicas del arcade.
Otro aspecto sensacional del juego es la excelente definición de los movimientos y ataques de los enemigos; por contrario a lo que era general en esa época, los «tipos malos» de Double Dragon no solo pueden lanzar patadas y puñetazos, sino atacarnos con rocas, cuchillas, látigos y varias armas más, a lo largo del juego.
Gráficos muy detallados:
Además de la jugabilidad y la historia, uno de los elementos más remarcables de Double Dragon son sus gráficos, superiores a los arcade de la época.
Si bien los personajes están bastante correctos, el fuerte del videojuego es el nivel de detalle de los escenarios; teniendo en cuenta las limitaciones técnicas del momento, la empresa Technos Japan se las ingenió para ofrecer una experiencia de juego mejor, con escenarios muy bien dibujados que aportan realismo y calidad al título.
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¿Tú qué opinas? ¿Solías jugar Double Dragon durante tu infancia?