¡Alerta! Los vampiros existen y están entre nosotros, aunque quizás no son como esperas...
¿Quién no ha tenido en su vida alguna de esas personas agotadoras por naturaleza? ¿Te has encontrado con alguien con quien sientes que literalmente te chupa la energía? Los vampiros de los que te hablamos hoy no te van a chupar la sangre pero puedes sentir unos síntomas muy parecidos. Y es que hace tiempo que venimos escuchando un término acuñado por la psicología que forma parte de nuestras vidas y es muy real: los vampiros energéticos.
Un vampiro energético, como el propio término indica, es alquien que te chupa la energía. El mundo está lleno de ellos. Pero no creas que hablamos de seres malvados e inmortales que te acechan agazapados entre las sombras dispuestos a saltar sobre ti. Son personas normales que se encuentran entre nosotros y de un modo consciente o no, se alimentan de tu energía.
¿Y cómo reconocerlas?
Reconocer a estas personas es fácil porque generalmente se acercarán a ti motivadas por algún interés. Acudirán contándote sus problemas, acarparando tu atención o para pedirte algún tipo de ayuda. Normalmente se mostrarán como víctimas buscando tu compasión y harán uso del chantaje emocional.
Además acuden a tí porque saben que empatizas, así que acabarán haciendo sus problemas tuyos e involucrándote de tal manera que llegarán a bajar tu estado anímico. Seguro que te ha pasado, ahora debes tener en mente el nombre de alguna persona con quien te ocurre y acabas agotado y por los suelos sin saber por qué cada vez que pasan un rato juntos.
¿Existe más de un tipo?
Otros no lo hacen de un modo consciente. El victimismo es el mismo pero no lo pueden evitar, no hay maldad, solo arrastran la pena y desgastan tu energía, bajar tu ánimo les consuela de algún modo.
Otros tienen una enorme inseguridad y el vampirismo se manifiesta de un modo opuesto, mostrando superioridad y desdén hacia ti. Estos comportamientos son igualmente tóxicos para una persona sensible y acaban absorbiendo su energía de la misma manera.
Se dice que los niños y los ancianos vampirizan a la gente de su entorno de un modo insconciente. Los niños necesitan tal cantidad de energía para sus acciones diarias, que muchos padres viven agotados. Los ancianos en cambio tienen falta de ella y por eso la abosrben de igual modo. ¿Te ha pasado visitar a un anciano y acabar agotado tras la visita mientras él parece haberse vigorizado?
¿Y cómo evitarlo?
Habría que analizar cada caso. Respecto a los hijos, simpre ha sido así. Esto va pasando en cada generación, tú pasaste por lo mismo en tu infancia.
Respecto a quien lo hace de forma insconsciente, quizás se le puedan intentar abrir los ojos, ayudarle de algún modo o contarle todo esto.
Y en un tercer grado, solo habría que preguntarse si quieres cerca a personas que solo acuden a tí para robarte tu energía. Gente que no te aporta nada y que solo te quita.
Y si no, te sigue quedando la opción de ponerte a un metro y medio de distancia a ver si es cierto que funciona. Solo tú decides que hacer con tu energía.
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