Crítica de Glee 3x14: On My Way
No se puede negar que desde hace algún tiempo Glee viene en picada y con bastante inconsistencia en sus argumentos y algunos cabos sueltos que no saben de donde agarrarse. Pero en el último episodio se las ingenió para mantenernos expectantes durante toda la hora, y con un final que nos agarró totalmente desprevenidos.
La verdad es que para ser un programa del género de comedia musical, no hubo mucho de lo cual reirse. Se suponía que lo principal del espisodio iba a ser las Regionales ( 2012 Midwest Regional Show-Choir Championships), aunque por supuesto esta competencia pasó a un segundo plano, y llevó los niveles de dramatismo un poco al extremo.
On My Way trató varios tópicos controversiales de nuestro días. El acoso, la búsqueda de identidad, la orientación sexual, la incertidumbre frente al futuro, y todos los demás problemas con los que los jóvenes deben lidiar en ciertas etapas de sus vidas. Y a pesar de que a menudo el show intenta abarcar estos temas, el tratamiento que se hace de los mismos, no siempre resulta interesante o entretenido.
El primer drama - SPOILERS
El intento de suicido de Karofsky ( Max Adler). Esto sí que fue algo inesperado, aunque no lo más shockeante de la noche. Luego de que en el episodio anterior lo viéramos persiguiendo a Kurt para confesarle sus sentimientos y fuera visto por unos compañeros. Una vez más le toco ir a la escuela y ser víctima del acoso y el prejuicio constante, en especial con lo que respecta a su orientación sexual. Frente a la desesperación y el no saber qué hacer o cómo reaccionar decidió que lo más viable era acabar con su vida. Afortunadamente su padre lo encontró a tiempo, y terminó en el hospital.
Esto dejó a gran parte de la comunidad de McKinley High en un estado de shock y culpa. Kurt ( Chris Colfer)por no haber respondido sus llamadas, y al cuerpo de profesores por no haber prestado atención a las “señales”. Inclusive Sebastian ( Grant Gustin), el nuevo “villano” y lider de los Warblers, reconoció que sus bromas habían llegado demasiado lejos, y adoptó una actitud totalmente benevolente al percatarse que toda la situación se había salido de control.
El tema del suicidio adolescente no es un tema menor, al igual que la homofobia, el hostigamiento y el prejucio. Creo que está bien, y es válido que un programa de televisión, que es visto por miles jóvenes, se detenga a reflexionar sobre dicha problemática, pero centrándonos en Glee, tanto por su género como por el tipo de argumento que ha intentado plantear desde su comienzo, hace que se desvirtue un poco el objetivo del show. Es claro que los personajes se encuentrasn atravesando momentos de mucha presión, y deban enfrentar situaciones más adultas, pero creo que fue muy repentino.
Lo rio
Una historia a la que no le encuentro sentido, y no sé qué esperan llenar con esto, es el “embarazo” de Sue Sylvester ( Jane Lynch). Si es que está embarazada, ¿a dónde apunta todo esto? ¿Qué quiren lograr? Porque a mi me parece una movida sentimentalista con la cual quieren tratar de cubrir algún bache.
Como bien dije antes, si hay algo que quedó en segundo plano durante el show, fue la competencia de las regionales. Las canciones estuvieron muy bien interpretadas y fueron acordes al ambiente. Obviamente, y como no podía ser de otra forma los New Directions ganaron, dejando a los Warblers en segundo lugar. Luego del triunfo, y después de toda la situación con Karofsky, varios de los personajes se aferrarón a esto para reflexionar y tratar de aprovechar cada minuto de sus vidas al máximo, lo cual llevó a Rachel ( Lea Michele) y Finn ( Cory Monteith) a adelantar su casamiento.
Un Final inesperado
Al finalizar la competencia nos encontramos a Rachel, Finn, y a sus respectivos padres al borde de un ataque de nervios al no saber qué hacer para detener esta locura de amor adolescente. En una habitación varios del club Glee, esperan anciosos a que inicie la boda, pero Rachel está expectante a la llegada de Quinn ( Dianna Agron), quien se encontraba en camino.
Previamente habíamos visto como, a pesar que Quinn no estaba de acuerdo con el compromiso de Rachel y Finn, ella le termina dando el visto bueno a Rachel. Camino a la ceremonia, y en plena ruta, Quinn no tiene mejor idea que contestar un mensaje avisándole a la impaciente novia que se encuentra en camino, cuendo de pronto.... sorpresa total. Una camioneta impacta a Quinn en la mitad del auto.
La verdad es que ya me parecía raro que uno de los pocos personajes que tenía gran parte de su futuro planeado llegara a buen destino con todos sus planes (luego de todo lo que tuvo que lidiar tras haber quedado embarazada, había sido aceptada en la Universidad de Yale, Sue le dio la oportunidad de reincorporarse al equipo de porristas). A pesar de que Quinn no es de mis favoritas no puedo creer que le hayan hecho eso.
Si se trató de un intento de concientizar a los jóvenes al volante sobre la imprudencia y la responsabilidad que significa, creo que el mensaje fue más que claro. De lo contrario, si la intención radica en seguir tejiéndole tramas a los personajes, yo digo que todo esto era innecesario. Por supuesto no del todo innecesario, ya que incrementar los porcentajes de televidentes es lo que más importa, pero tal vez había alguna que otra forma de lograrlo, como lo hicieron con la primera temporada.
Hago todo este comentario porque realmente creo que se sobrepasaron un poco. No voy a negar que el capítulo estuvo bueno, es más, me atrevería a decir que fue uno de los mejores de toda la temporada, pero se alejó completamente de lo que es Glee. La serie hará su regreso en el mes de abril, cuano retome su tercera temporada, así que hasta dentro de unos meses nos tendrá expectantes a lo que pueda suceder.