La intensa vida de Eduardo Yáñez: un seductor con mal carácter

Uno de los hombres más guapos que he conocido en el mundo del espectáculo mexicano es Eduardo Yáñez. En sus tiempos mozos, incluso todavía, a su paso arranca suspiros de mujeres y hombres por igual.
Sin embargo, su galantería televisiva queda oscurecida por un carácter ingobernable y una personalidad adusta que provocan que cualquiera que trate con él se exponga a un posible episodio de tensión. Y es que Yáñez ha forjado su carácter difícil desde una infancia compleja -su madre era autoritaria y empleaba duros castigos- hasta una madurez con éxitos y frustraciones que le llevaraon al abuso del alcohol, como declaró al programa 'El Gordo y La Flaca'.
"Hasta ahorita, que yo sepa, yo no me he encontrado a ningún cabrón que se me pare enfrente. Si alguien quiere probar suerte, ya sabe", aseguró el artista en una entrevista fechada en 2009 tras un incidente con Cristián de la Fuente y que es una evidencia pública del estilo rudo que ha marcado su vida.
El último Día del Padre nos enteramos en Twitter de que Eduardo Yáñez Jr. y su padre Eduardo Yáñez están distanciados (aunque nunca han llevado una relación cercana). Su propio hijo Yáñez Jr. escribió en la red social: “Es gracioso cómo en las telenovelas mi padre hace siempre de héroe, pero en la vida real es completamente lo opuesto. Un drogadicto, racista y abusa de las mujeres”.
Que Eduardo tuvo adicciones ya lo habíamos escuchado, pues él mismo declaró que fue Lucía Méndez quien lo ayudó a salir del alcoholismo. Su fama de maltrador de mujeres se remonta a las acusaciones de su exesposa sca Cruz, cuando ella le demandó por abusos.
Sus historias de enfrentamientos son conocidas y no solo con actores (como Cristián de la Fuente en 'Corazón Salvaje'), también con directores, productores y periodistas. En esa lista estaría una pelea con el director de escena Salvador Garcini durante la grabación de la telenovela 'Amores Verdaderos'.
La última le tocó a Chucho Gallegos, director de espectáculos del diario Basta! a quien, según esa publicación, le dirigió palabras altisonantes.
De Eduardo se ha dicho incluso que es bisexual y que existe un video erótico con Ricky Martin (quien lamentablemente se ha convertido en un protagonista habitual de rumores sobre videos sexuales que jamás se han demostrado ni han visto la luz del día).
La infancia de Eduardo
No cabe duda que la vida de Eduardo Yáñez no ha sido fácil. Su niñez fue marcada por la ausencia de un padre y el carácter fuerte de su madre María Eugenia Luévano. Yáñez aprendió a caminar y correr en los pasillos de El Palacio Negro de Lecumberri (famoso por ser el penal más seguro de México de 1900 a 1976), pues su madre fue una de las celadoras de esa prisión. Los castigos para Yáñez iban desde golpearlo con el cordón de una plancha, hasta quemarle las manos con la misma plancha.
Su niñez estuvo rodeada de carencias, por lo que tuvo que trabajar desde los ocho años vendiendo gelatinas, paletas y boleando zapatos. Su adolescencia no fue menos dolorosa al siempre soñar con ser un jugador de fútbol americano. Un día conoció al productor Ernesto Alonso, quien lo llevó a la cima de la fama dándole la oportunidad de ser el galán de moda en Televisa.
Yáñez quiso dar el paso a la internacionalización y fue a Hollywood donde trató de abrirse camino y se encontró con un entorno mucho más difícil del que él había imaginado. Llegó a gastarse sus ahorros, se endeudó y vivió sus momentos más bajos. Luego llegó el alcoholismo hasta el punto de que tomaba agua con loción. Salió del bache en México, cuando Televisa le dio una oportunidad para reactivar su carrera en las telenovelas.
El jueves pasado, fue el mismo Yáñez quien le da la razón a su hijo al declarar a 'El Gordo y la Flaca': “Yo nunca he sido un padre que me siente a dar consejos, mi vida tampoco ha sido un ejemplo para nadie. Lo que sí tengo con mi hijo es que él mire cómo me desarrollé en la vida y si eso le sirve a él para defenderse que lo utilice, lo que no le sirve que no lo utilice”.