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Mazda

Camino a la Meta – Episodio #2 – Enfrentando a un Monstruo

Luego de la confirmación del proyecto, no perdimos tiempo en programar los entrenamientos. Se llevarían a cabo en un circuito cercano y reconocido por la mayoría: Sebring International Raceway.
9 Dic 2019 – 05:19 PM EST
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A través de los años, mi profesión me ha permitido manejar en circuitos alrededor de todo el mundo, pero esta era la primera vez en Sebring. Estaba un poco nervioso por ello, porque basado en experiencia, el número de vueltas en una pista no solo es inversamente proporcional a los tiempos por vuelta, sino también directamente proporcional a la sensación de seguridad y diversión.

Preparación :
Debido al corto tiempo para la ejecución de este proyecto, decidí poner todo de mi parte para cumplir el rol al máximo de mi capacidad. Para ello, puse en práctica un plan dividido en: preparación física, mental e intelectual.

Por el lado físico no fue mayor problema. No solo cuido mucho mi alimentación desde hace varios años, sino que me he mantenido en buena condición física a través de toda mi vida, practicando diversos deportes.

En esta etapa de mi vida, mi rutina me llevaba a correr por las mañanas sin importar el lugar donde me encontrara. Teniendo en mente que las sesiones de 45 minutos dentro del carro son en un ambiente bastante caliente, solo tuve que ajustar un poco la rutina para incrementar fuerza y resistencia en mis brazos, pecho y cuello.

Para la preparación mental, aproveché la misma practica mañanera para mejorar mi capacidad de concentración, absolutamente necesaria para correr largas distancias y para guiar el carro durante las sesiones.

‘Mi condicionamiento mental’ fue una buena justificación para desempolvar uno de mis videojuegos favoritos, Forza Motorsports 6. A pesar de que los videojuegos modernos se aproximan mucho a la realidad, no ofrecen las emociones reales de conducir un carro, pero sí sirven muchísimo para familiarizarse con el trazado y con los puntos de referencia de la pista.

La parte intelectual llegó cargada de teoría plasmada por los mejores autores, recomendados por pilotos e ingenieros que conocí a través del tiempo. Después de acumular horas de conversaciones y entrevistas con pilotos de diversas modalidades y niveles (algunos legendarios), tengo claro que la técnica de conducción es fundamental. Por ello, a pesar de no ser un lector frecuente, conseguí varios libros.

Algunos narran historias fantásticas de algunos de los pilotos más respetados de todos los tiempos, mientras que otros detallan técnicas fundamentales y otros las más avanzadas.

‘Pro-Tip’: Los ajustes en la rutina diaria, sacrificios y disciplina no son tan difíciles de implementar cuando tu objetivo es un sueño de toda la vida. El truco es recordárnoslo frecuentemente para mantenernos motivados y no depender de agentes externos para ello. En este caso, el objetivo fue planteado claramente desde el principio: “Conseguir aprobación para competir en la última fecha del campeonato Battery Tender Global MX-5 Cup en Laguna Seca”.

Mazda supo que el desafío no sería fácil, por ello, pusieron a mi disposición los mejores instructores para mi preparación. Por un lado, el SickSideways, el equipo más exitoso en la serie MX-5 Cup, liderado por John Dean II que es considerado por muchos como el mejor piloto de la serie; y Glenn McGee, quien empezó su carrera como ‘gamer’ ganando un torneo y consiguiendo una ‘beca’ de Mazda para convertirse en un piloto de carreras “real”. Gracias a su estilo metódico, analítico, dedicado y actitud consistentemente positiva, Glenn se posiciono rápidamente como uno de los favoritos, obteniendo excelentes resultados inmediatamente. Hoy, él es uno de los mejores instructores con los que uno puede contar, no solo por las virtudes mencionadas en el párrafo anterior, sino por su talento natural para enseñar.

Por otro lado, Bryan Ortiz (equipo Cooperland), que a pesar de ser rival de SickSideways, se acopló a este esfuerzo común de llevarme al nivel profesional. Bryan ofrecía amplia experiencia como piloto, habiendo competido en diversas series desde pequeño y al momento se mantenía puntero en el campeonato.

El carro:


Para mi entrenamiento y para la carrera pusieron a mi disposición un Mazda MX-5 Cup ND2 totalmente nuevo. Battery Tender es el patrocinador principal de la serie y para mi suerte, habían adquirido una unidad completamente nueva con el plan de que gente ‘influyente’ lo usara y compitiera para darle mayor exposición a la marca y a la misma serie.

En cuanto a sus características técnicas, esta versión del Mazda MX-5 emplea muchos de los elementos del de serie. Algunas de las diferencias incluyen: sistema de suspensión, sistema de frenos, transmisión manual reforzada, asientos deportivos, de instrumentos, diversos sistemas de seguridad, etc.

El circuito
Sebring International Raceway fue construido sobre una vieja base aérea llamada ‘Hendricks Army Airfield’. Ésta pertenecía a la Fuerza Aérea de EEUU y fue utilizada para sus entrenamientos durante la Segunda Guerra Mundial.

Este circuito fue inaugurado en 1950 y desde el principio fue un circuito peligroso. A pesar de que se han hecho ajustes para minimizar el riesgo de daños a espectadores, pilotos y autos, continúa siendo desafiante para el piloto y para la máquina.

Es un trazado de 3.74 millas (6.02 km) con un total de 17 curvas. Es conocido principalmente por la mezcla de superficies (pavimento y concreto) y por las irregularidades en la superficie.

Práctica - Día 1
El plan para el primer día de entrenamiento incluía familiarizarme con el circuito. Para ello, Bryan Ortiz ocuparía el lugar del copiloto, dándome indicaciones en tiempo real para ayudarme a mejorar.

Empezamos a bordo de un MX-5 cup con menor potencia y varios años de antigüedad. Durante las primeras vueltas, me sentí abrumado por la cantidad de indicaciones y correcciones de mi valiente acompañante. Para mí, eso era un indicativo claro que tenía mucho que mejorar antes, durante y después de cada curva. Poco a poco, el volumen de mensajes fue disminuyendo, una señal que estaba en el buen camino.

Al rato, mis ‘coaches’ (John, Glenn y Bryan) decidieron permitirme practicar en el carro con el que participaría durante la carrera.

Fueron 6 intensas horas de práctica que confirmaron que la preparación (física, mental e intelectual) había valido la pena. Pudimos observar una mejora significativa en mi técnica, reflejándose en menores tiempos por vuelta.

Terminé el día muy satisfecho y orgulloso. Así que fui a descansar confiado que al día siguiente no dejaría dudas y conseguiría la autorización para competir.

Práctica - Día 2
¡Las condiciones perfectas!

Después de un exitoso primer día, arranqué el segundo confiado, entusiasmado por seguir mejorando y, por supuesto, decidido a convencer a todo el mundo que estaba listo para competir.

Las principales diferencias frente al día anterior eran que los carros con los que compartiría la pista eran mucho más poderosos y los pilotos mucho mas experimentados.

El objetivo trazado por el equipo para la primera parte del día fue acostumbrarme a lidiar con otros carros alrededor, además de trabajar en mi técnica de ‘drafting’, porque en vehículos “idénticos” como los MX-5 Cup, es indispensable aplicarla estratégicamente para ser competitivo.

Por otro lado, secretamente planeaba demostrar otras capacidades que -según mis libros- son indispensables en un piloto: alerta, competente y consistente.

Para estos ‘ejercicios’ John Dean, jefe del equipo SickSideways, estaría a bordo de otro carro planteando diferentes escenarios comunes en la carrera. A mi lado, Bryan seguiría dándome indicaciones en tiempo real y presionándome para perder el temor de acercarme y tocar al carro frente a mí.

En eso, después de pasar sobre la línea de partida/llegada bajo bandera blanca (indicando la última vuelta de la sesión), alcanzábamos las 100 mph (160 km/h) y John me dió la señal para pasarlo por la izquierda.

¡Este sería mi primer simulacro de ‘ataque clásico’! Esta es una técnica de la que he sido testigo miles de veces y donde se demuestra quien tiene “los huevos más grandes”. La tengo clara: Utilizar la línea interna, esperar hasta el último momento para frenar al límite sin bloquear las ruedas y doblar tarde.

Esto bloquea al contrincante de tomar la línea ideal para atravesar la curva, obligándolo a reducir la velocidad drásticamente para poder atravesarla de manera segura.

Una cosa es conocer la teoría íntimamente y otra es aplicarla.

Accidente

Como se podrán imaginar, con todos los recursos invertidos en este proyecto, más las expectativas de cada persona involucrada directa e indirectamente, mi decepción fue inmediata.
Sin duda, la gran lección del día ocurrió después del accidente.

Recuperación


Los efectos de un accidente como éste pueden tener un efecto psicológico terrible en un piloto con poca experiencia como yo. Por eso John, Glenn y Bryan no perdieron tiempo para reanimarme y hacerme entender que esta era la oportunidad perfecta para aprender de mis errores. Si nos ponemos filosóficos, reconoceremos que esto aplica en cada aspecto de nuestras vidas.

Aprendería rápidamente que los accidentes no solo son parte del proceso de aprendizaje, sino también del trabajo de los pilotos profesionales. Es natural que ocurran porque quienes tienen el coraje de expandir sus límites, van a cometer errores.

Así que mientras reparaban el carro, analizamos el accidente y el equipo se aseguró que comprendiera mis errores antes de lanzarme a la pista nuevamente para enfrentar el miedo que acababa de ser concebido. No nos podíamos retrasar porque el temor crecía y se fortalecía a cada minuto.

Después de revisar las imágenes y los datos previos y durante el accidente, quedaron claros los errores cometidos y las oportunidades para mejorar. Armado con conocimiento y una experiencia, volví a la pista para enfrentar al “monstruo” que trataba de acomodarse en mi mente.

Luego de atravesar la curva a buen ritmo y terminar la sesión sin ningún problema, recuperé la confianza completamente.

Una de las cosas más valiosas para un buen piloto es su tiempo detrás del volante. Con menos de 2 días de experiencia necesitaría demostrar rápidamente mi capacidad de recuperación, así que me enfoque en eso el resto de la tarde.

Final del día
Mientras manejaba durante la última sesión, recordé el primer día y sentí que había mejorado muchísimo. Además, entendí que Bryan sentía lo mismo porque ya casi no me corregía y su tono era mucho más positivo cuando me hablaba.

Terminada la última sesión, el resto del equipo se mostró satisfecho por los resultados, pero dejaron claro que me faltaba un poco más de experiencia para llegar al nivel en el que ellos se sentirían cómodos para aprobar mi participación y competir en menos de un mes.

Simulador


Después de entrenar en Sebring bajo la supervisión de SickSideways y Bryan Ortiz, quedó claro que más tiempo de práctica resultaría en mejores tiempos, mayor confianza y conexión con el vehículo.

Lamentablemente, mis recursos estaban limitados y Laguna Seca se encuentra -literalmente- al otro lado del país, por lo que sería muy difícil y costoso practicar allí.

Conseguí presupuesto para viajar a San Francisco y manejar hasta Monterey para practicar solo un día en Laguna Seca, antes del fin de semana de la competencia.

Aprovechando su experiencia y conexiones, Glenn McGee sugirió prepararme en un simulador antes de mi viaje para mi última sesión de entrenamiento. Me puso en o con Ricmotech, una empresa local especializada en simulación.

Pase 2 días practicando en un impresionante simulador. El realismo y atención a detalles para brindar una experiencia lo más cercana posible a la realidad es increíble. Esta tecnología aún no se encuentra en un nivel exacto a la realidad, ¡pero se acerca peligrosamente! Aun hacen falta las sensaciones generadas por la fuerza G.

Las horas que trabajé sobre el simulador fueron muy útiles para definir referencias visuales, puntos de frenado, aceleración, giros, etc.

Las innumerables repeticiones en el mundo virtual definitivamente sirvieron muchísimo para sentirme cómodo y familiarizado con el circuito durante mi último día de práctica. Esta sería mi última oportunidad para convencer a John Dean y me dejara correr.


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